El cultivo del champiñón es uno de los cultivos de hongos más técnificados que existen. Muchas personas nos preguntan por su cultivo en casa porque, al ser el más conocido y comercializado piensan en su facilidad de cultivo y, la realidad es que es todo lo contrario. El cultivo de la seta común o gírgola es mucho más sencillo.
Sin embargo, hemos querido escribir unas líneas sobre el cultivo artesano del champiñón porque en algunos países lo están cultivando de manera sencilla y logrando buenos resultados.
Es cierto que si comparamos los rendimientos entre la producción de champiñones en Holanda y la de estos proyectos, la productividad es mucho menor, pero los costes también lo son y la inversión inicial es mínima.
Vamos a describir los pasos que realizan de manera resumida:
El sustrato para cultivar champiñones suele estar compuesto por estiércol de animales, paja y una cantidad pequeña de carbonato cálcico o yeso agrícola. El estiércol más común es el de caballo pero también se puede usar gallinaza o de vaca. Es cierto que el porcentaje de nitrógeno presente en estos sustratos es diferente y se deben hacer ajustes en las cantidades usadas.
Una vez mezclados los ingredientes, se debe hidratar la mezcla y comenzar a compostar y, posteriormente pasteurizar en un túnel de pasteurización. Y, en esto es donde están las grandes variantes con el sistema industrial establecido en Europa.
El túnel de pasteurización implica una inversión tanto en el propio túnel como en la caldera de vapor que le alimenta.
Entonces el método alternativo utilizado en algunas regiones de India consiste en suprimir este segundo paso, la pasteurización y alargar el primero, el compostaje natural.
Se debe realizar un compostaje que dure entre 1 y dos meses, asegurando la correcta elevación de la temperatura.
Además, como el cordón de sustrato se debe voltear cada pocos días, se realiza un cordón con tubos perforados introducidos cada 50 o 100cm. De esa manera, se garantiza la correcta y homogénea oxigenación del sustrato en toda la masa de sustrato.
Son innovaciones sencillas, baratas y que están logrando producciones de champiñones en zonas rurales y con pocos recursos económicos. Estamos orgullosos y convencidos que el cultivo de hongos son un potente motor económico para estas zonas y una forma de paliar carencias nutricionales de zonas deprimidas del planeta ya que ponen a su disposición super alimentos ricos en proteínas, minerales y vitaminas.